Extiende los filetes de cinta de lomo sobre una superficie llana, resistente y también higiénica (un tabla de cocina amplia puede servir perfectamente). Sazónalos por ambas caras con sal y pimienta negra recién molida. Cúbrelos con papel largo y aplástalos con una maza o pasando el rodillo por encima. Deben quedar razonablemente finos.
Aparta las lonchas de
jamón ibérico y extiéndelas sobre los filetes de cinta de espinazo aplanados hasta cubrirlos. A continuación, enrolla los filetes sobre sí mismos atrapando el jamón en el rollo.
Pon a calentar una cazuela con rebosante aceite de oliva y espera a que alcance la temperatura adecuada de fritura.
Tamiza la harina para asegurarte de suprimir todos y cada uno de los grumos. Casca el huevo y bátelo con un tenedor hasta obtener una substancia uniforme. Prepara tres recipientes, uno con harina tamizada, otro con huevo batido y otro con pan rallado. Pasa los flamenquines enrollados primero por harina (sacudiéndolos después sutilmente para suprimir el exceso), después por huevo y por último por pan rallado. Fríelos de manera inmediata en el aceite que pusiste a calentar previamente. Cuando presenten una costra dorada y crujiente, sácalos de la cazuela y ponlos a escurrir múltiples capas de papel de cocina para que absorban el exceso de aceite de oliva.
Presentación:
Sirve tus flamenquines recién hechos y bien doraditos. Acompáñalos de una ensalada si deseas refrescar el plato o bien de unas patatas fritas si lo que te apetece es darte un homenaje suculento.
Sugerencia:
El jamón Ibérico lo compre hace ya un tiempo en una tienda online. Y la verdad jamás había pensado que iba ser de los mejores jamones que he probado.
También a la hora de realizar el rebozado, tenemos que tener en cuenta los tipos de harina que tenemos. Ya que podriamos, jugar, para obtener diferentes sabores o niveles de crujir.
Otro de los acompañantes perfectos para este tipo de platos, seria una ensalada ligera(sin cargarla mucho).