Sal de sales… la sal gourmetLa sal no sólo le pone sabor a casi todo lo que ingerimos. De su perfecto balance en el organismo depende la vida misma… gramos más, gramos menos pueden hacer la diferencia entre la salud y la enfermedad.
A pesar de todo, son más los beneficios que nos aporta este valioso mineral… los romanos lo sabían muy bien, tanto que entre las prestaciones que la tropa recibía, una parte de su pago se hacia en granos de sal… el famoso “salarium”.
Además de las consabidas
sal fina y sal gorda o de grano, la alta cocina se ha ido enriqueciendo con una enorme variedad de sales con la que los platillos adquieren sabores delicados y nuevos.
Entre las más buscadas por los chefs están la
sal de roca, de gusto fuerte y con una de las concentraciones de sodio más altas, por su origen mineral; la
sal de mar, obtenida en salinas a cielo abierto por evaporación conserva el sabor del océano.
La fleur du sel de Guerande, de muy baja producción y obtenida de las capas salinas superficiales donde flotan cristales jóvenes; la
sal gris de la Bretaña francesa, con partículas de arcilla que le dan su coloración y un peculiar sabor a alga marina y por último, la
sal Maldon de Inglaterra, obtenida sólo bajo condiciones climáticas apropiadas y de extremada pureza.
La sal sigue siendo, hoy por hoy, la emperatriz de la cocina.