Los peligros de las frutas desecadasExisten abundantes efectos nocivos de alimentos que desconocemos. A veces nos preocupamos de buscar ingredientes que nos favorezcan cierta función de nuestro organismo, o que sea el remedio natural para una señalada afección. Pero no estamos tan concienciados del conocimiento de otros productos que no son del todo buenos para nuestro cuerpo, como son las
frutas desecadas. Dentro de este tipo de frutas, podemos encontrar las
pasas, los higos, las uvas, los dátiles, las ciruelas, etc.
Ciertamente, el abuso de todo este tipo de frutas desecadas, puede
representar un peligro para nuestra salud. Estas frutas presentan de forma natural una
gran cantidad de azúcares concentradas. El azúcar de las frutas se digiere rápidamente en nuestro organismo, y la combustión de los mismos en el metabolismo ulterior, origina
gran cantidad de óxido de carbono, tóxico para nuestro cuerpo.
Los calambres que se presentan cuando hacemos un ejercicio intenso se deben a la acumulación excesivamente rápida de óxido de carbono en el organismo, lo que se traduce en una intoxicación del sistema neuromuscular. El efecto que tiene el metabolismo de estas frutas desecadas sobre nuestro cuerpo es exactamente el mismo, e incluso mayor, si la persona se encuentra en una habitación privada de ventilación. Por tanto, lo recomendable es
realizar un poco de ejercicio después de ingerir tales frutas, para evitar una sensación aletargada y perezosa.
Así evitaremos, el exceso de azúcares rápidamente digeribles. Por otra parte, estos alimentos están contraindicados en personas que padecen de
afecciones renales, y en personas excesivamente nerviosas. No obstante, los efectos mencionados, sólo ocurren cuando se consumen en exceso. De otra manera, pueden tomarse,
con moderación eso sí, y conociendo sus potenciales efectos sobre la salud.