Cualquier receta de queso frito suele ser demasiado sencilla y rápida, y esta que te presentamos no es la excepción. Aunque eso no quiere decir que no tenga algunos trucos a los que debamos de prestar atención si lo que deseamos es obtener una receta perfecta. En especial, son dos los trucos que nunca debemos de olvidar al preparar queso frito; el primero consiste en trabajar cualquier masa que usemos, a una temperatura baja; además, el queso debe de estar casi congelado para que podamos manipularlo de mejor manera y no haya ningún percance cuando lo introduzcamos, y cubierto, en un sartén con aceite.
El otro consejo que no debemos de olvidar nunca es que, para evitar que el queso se derrita antes de tiempo (a temperatura ambiente) y nos arruine la presentación del plato, le colocaremos una doble empanado o cobertura; para ello sólo debemos de repetir el empanado dos veces, después de dejar reposar el primero un lapso de alrededor de 10 minutos; esto permitirá, así mismo, que podamos manipular los ingredientes de mejor manera y con seguridad.
Ahora que te hemos dado estos consejos, nos ponemos manos a la obra y te mostramos esta fácil y deliciosa receta de queso frito:
Ingredientes:
400 gramos de queso (el de tu preferencia, pero que pueda derretirse)
1 huevo
Aceite de oliva extra virgen
Pan rallado para coberturas
Modo de preparación:
Lo primero que tenemos que hacer es verter el huevo en un recipiente hondo y batirlo hasta que la yema y la clara queden completamente mezcladas. En un recipiente aparte, colocaremos el pan rallado.
Ahora cortaremos las tiras de queso con un tamaño aproximado de un dedo de largo y un centímetro de ancho (estas medidas nos permitirán cubrirlo mejor con el huevo y el pan); y para empanizarlo, simplemente remojamos completamente el queso en el huevo y lo llevamos al recipiente con el pan molido, cuidando de que la totalidad del queso se impregne con el pan.
Repetiremos esta operación hasta que hayamos terminado con todo el queso; o bien, hasta haber terminado de empanizar todos los trozos de queso que deseamos.
Llegado a este punto, dejamos reposar los dedos de queso por un lapso de 10 minutos (como mínimo) y lo volvemos a repetir y reservamos.
Una vez que cumplamos con esto, es tiempo de freír los trozos de queso.
Para ello, en un sartén, calentaremos suficiente aceite de oliva que nos permita cubrir la totalidad de los trozos de queso empanizados. Después de un par de minutos, deberemos de voltear los trozos para evitar que se rompan o se quemen.
Cuando hayamos terminado con estos, los retiraremos del fuego y el aceite, y los colocaremos, de preferencia, sobre papel absorbente, para retirar de la mejor manera todo el exceso de aceite que pudiera quedar y que podría perjudicar el resultado final de nuestra receta.
Dejamos enfriar un poco y, ahora, sólo queda una cosa por hacer: disfrutar de nuestra deliciosa entrada.