Estas famosas rosquillas de anís son unas perfectas acompañantes para una taza de té o de café negro. Pero como muchos otros postres, como tortas, pasteles, donuts, dulces de repostería y muchos otros, los celíacos se ven restringidos de consumirlos.
Los celíacos, por su intolerancia en distintos grados a los alimentos con lactosa, gluten e incluso en ocasiones glucosa, deben reducir su dieta de manera muy drástica, lo cual representa una faceta muy dura de sus vidas ya que mientras las personas que les rodean pueden comer con todas las libertades, ellos deben obligarse a ser muchísimo más selectivos. Esta receta elimina los componentes que hacen daño a los intolerantes al gluten y la lactosa y les permite retomar parte de esos pequeños gustos, sustituyendo los productos con lactosa y gluten por alternativas que no alteran el platillo final de modo significativo - por el contrario, son una alternativa ideal para aquellos que, aunque no sean celíacos, pasan por dietas estrictas que restringen estos productos.
¿Qué ingredientes necesitas?Para preparar rosquillas de anís aptas para celíacos, necesitarás de los siguientes productos:
- 250cc de leche sin lactosa
- 250cc de aceite girasol
- 100g de azúcar
- Ralladura de limón
- 500g de harina ProCeli (harina sin gluten)
- 2 gaseosas (preferiblemente sin colorante)
Preparación de las rosquillas de anís aptas para celíacos
- Coloca en un recipiente hondo la leche, el azúcar, la ralladura de limón y el aceite. Mezcla bien hasta que se deshaga el azúcar.
- Continúa removiendo y agrega la harina poco a poco. Cuando la masa esté a medio hacer, se agregan las gaseosas.
- Cuando la masa esté lista, prueba su contextura mojando tus dedos con un poco de aceite y formando un rollo.
- Una vez que estés conforme con la contextura de la masa, haz las rosquillas de anís formando pequeños churros de masa y juntando los extremos, o haciendo bolitas y abriéndoles un agujero en el centro con el dedo.
- Para freír las rosquillas de anís, basta con verter el aceite de girasol en una sartén y colocarlo al fuego. Cuando el aceite esté caliente, coloca las rosquillas de anís con cuidado en la sartén, y espera a que se doren.
- Cuando retires las rosquillas de anís del sartén, colócalas sobre una servilleta absorbente y espera a que enfríen.
Puedes servirlas solas, con té, café o incluso un vaso de jugo natural. Estas rosquillas de anís aptas para celíacos son perfectas para comer en cualquier momento del día, ya sea para una merienda, un complemento del desayuno, o un bocadillo de media tarde.
Puedes tener variaciones de las rosquillas de anís aptas para celíacos cambiando la ralladura de limón por ralladura de naranja, mandarina o toronja, o el sabor de la gaseosa (esto último no se recomienda si se sigue una estricta dieta baja en azúcares). También puedes cambiar las gaseosas por una cucharadita de levadura en polvo, aunque se debe ser especialmente cuidadoso con esto, ya que la levadura suele tener gluten. En este caso se recomienda revisar muy bien los ingredientes de la levadura o buscar algún otro sustituto que haga levar la masa de las rosquillas de anís.