El pollo a la cerveza es una receta original y mucho más sencilla de preparar de lo que se piensa. Es verdad que podemos llevarnos un poco más de tiempo que en la elaboración de otras recetas (alrededor de 50 minutos); sin embargo, es una receta que vale la pena probar al menos una vez en la vida, y es que el sabor del pollo y el de la cerveza combinan a la perfección en este plato. Esta receta es perfecta para ser preparada en cualquier ocasión; y el resultado nos dará la oportunidad de gozar con un plato lleno de sabor con el que, sin duda, terminaremos chupándonos los dedos.
Esto se debe, principalmente, a que la carne del pollo es sumamente versátil, lo que nos permite combinarla con una larga lista de ingredientes. A continuación te presentamos nuestra receta de pollo a la cerveza, esperamos que te animes a prepararla:
Porciones: para 2 personas
•   5 muslos de pollo (también podemos usar piernas o las partes del pollo que más nos agraden)
•   1 zanahoria
•   Sal al gusto
•   Pimienta negra al gusto
•   Aceite de oliva extra virgen
•   1 cebolla grande
•   Tomillo
•   Una o dos cervezas de nuestra preferencia


Modo de preparación
Comenzaremos a pelar y cortar la cebolla en trozos finos; así mismo, pelaremos y cortaremos la zanahoria en cubos pequeños, aproximadamente, de un centímetro por un centímetro.
Ahora pasaremos a añadir tanto la sal, como la pimienta a nuestro gusto en los muslos de pollo; y, con ayuda del huevo pasaremos cada pieza por la harina hasta cubrirlos de la mejor manera. Agregaremos un poco de aceite en un sartén y lo dejaremos calentándose a fuego medio.
Cuando el aceite se encuentre caliente, será tiempo de añadir los muslos. Pasaremos uno por uno por el aceite, cuidando de que se fría por ambos lados. Una vez que hayamos pasado todas las piezas del pollo, las reservaremos.
Agregaremos en el sartén o cazuela la cebolla y la zanahoria en cuadros; y después de 10 minutos pasaremos a verter en el mismo sartén las cervezas.
Mientras vertemos la cerveza debemos de ir removiendo nuestro guisado; así mismo, agregaremos una pizca de tomillo y, si consideramos necesario, un poco más de sal y pimienta. Dejaremos que todos los ingredientes se cocinen a fuego medio por alrededor de 35 minutos, hasta que el caldo comience a evaporarse y quede una salsa un poco más espesa.
Ahora sí, hemos finalizado con nuestra receta de pollo a la cerveza. Ahora sólo tenemos que servir y disfrutar con nuestra familia o con quien más lo deseemos.

Notas:
Como este plato es bastante versátil, puedes optar por prepararlo como un plato fuerte o, incluso, para llevarlo como una especie de lunch al trabajo. Además, es una receta que no pierde su sabor cuando la recalentamos en el microondas. Podemos, así mismo, acompañar esta receta con arroz o papas al horno; ya que queda a la maravilla, también, con estos ingredientes.

Como sabemos que los compromisos navideños no se hacen esperar, hemos diseñado para ustedes un ingenioso menú de nochebuena para lucirse como verdaderos chefs. Empezaremos con un suculento aperitivo que fusiona lo dulce de la manzana y lo salado del pollo.
Paté de pollo y manzana salteada con gelatina
Ingredientes (para 6 personas):
•   500 g de higaditos de pollo.
•   200 g de tocino ibérico.
•   1 manzana.
•   1 cebolla mediana 100 ml de oporto.
•   50 ml de brandy.
•   100 ml de nata líquida.
•   6 g de hojas de gelatina neutra
•   100 g de mantequilla a temperatura ambiente.
•   2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
•   Sal, pimienta y hierbas provenzales aromáticas al gusto.
Preparación:
Picamos finamente la cebolla, el tocino y los higaditos previamente lavados y secados; pelamos la manzana para cortarla en dados.
Calentamos aceite en un sartén a fuego suave, para saltear la cebolla hasta lograr que luzca transparente y algo dorada, entonces incorporamos el tocino y los dados de manzana para seguir cocinando durante cinco minutos.
Agregamos los higaditos, vertemos el brandy y la mitad del Oporto, flambeando con un mechero y dejándolo cocinar todo hasta reducir.
Llevamos este sofrito al vaso de la batidora, acompañado de la nata líquida y las especias, para triturar e incorporar de apoco los pedazos de mantequilla, la idea es conseguir una pasta muy fina que se dejará enfriar en la nevera en un molde con espacio superior como para rellenarlo con la gelatina de Oporto que se elabora hidratando la gelatina para añadirla al Oporto restante y mezclarlos para que se integren.
Dejamos atemperar, para verter sobre el paté que retornará a la nevera para solidificarse.
El plato principal
En un buen menú nochebuena no puede faltar el clásico pavo asado, para este necesitaremos:
•   1 pavo de 7 kilos.
•   2 cebolla.
•   3 cucharadas de Aceite.
•   12 dientes de Ajo.
•   4 cebollines.
•   1 ajo porro.
•   3 cucharadas de Salsa inglesa.
•   1 rama de Perejil.
•   1 Tazade Vino blanco seco.
•   3 cucharaditas de Coñac.
•   Sal y pimienta molida.
Procedimiento:
Para preparar el aderezo del pavo trituramos la cebolla y los dientes de ajo junto al vinagre y aceite, este se verterá en el molde para horno donde se añadirán el cebollín, cebollas, ajo porro y perejil finamente picado, adicional al vino, el coñac y lo salpimentamos para finalmente mezclarlo todo y formar una cama donde se colocará el pavo que frotaremos con este aderezo, por dentro y por fuera.
Lo dejamos macerar de tres a cuatro horas y al horno en 175ºC por una hora y media aproximadamente, o hasta que se dore.
El postre
Para completar este menú nochebuena no queremos dejarle tanto trabajo, así que el escogido fue un crocante turrón de maní que lograran con:
•   200 gr azúcar.
•   150 gr maníes tostados.
Prepararlo es simple, se coloca en una cacerola al fuego bajo el azúcar para cocinarla hasta dorar, acto seguido se adiciona el maní y se vuelca sobre una bandeja aceitada o mármol esta preparación, alisándola con un palote aceitado y antes de que se enfríe se cortan con la forma que se prefiera para dejarlo enfriar y guardar en un lugar fresco.

Con la llegada del calor todo cambia, incluso la manera de comer, dando paso a recetas mucho más frescas y ligeras.
Algo que no puede faltar son las ensaladas y los alimentos a la plancha o en la barbacoa, la idea es hacerse de platos rápidos y sencillo de preparar que sean frescos y nutritivos para formar menús de verano equilibrados.
Para empezar, les traemos un delicioso salmón al horno, para el que necesitaremos:
•   2 rodajas gruesas de salmón
•   1 limón
•   Eneldo y perejil
•   Aceite de oliva extra virgen
•   Sal y pimienta negra molida
Preparación:
Salpimentamos el pescado y cortamos el limón en rodajas como de 1/2 cm que se dispondrán en el fondo de una bandeja para horno cubierta de papel para hornear, y encima las rodajas de salmón.
Espolvoreamos un poco de eneldo y regamos con un poco de aceite y unas gotas de limón. Listo, al horno precalentado a 200º C con calor uniforme por unos 18 a 20 minutos, todo dependerá del grosor del salmón.

La ensalada Nicoise, niçoise o nizarda

Es uno los mejores menús de verano no pueden faltar una ensalada, en este caso una Nicoise, niçoise o nizarda, por ser sabrosa, completa y de preparación sencilla.
•   1/2 lechuga
•   2 tomates medianos unos 200 gr
•   200 gr de atún en aceite escurrido
•   12 filetes de anchoas
•   3 huevos medianos
•   Un puñado de aceitunas verdes
•   Un manojo de judías verdes
•   1/4 de pimiento rojo y otro de pimiento verde
•   Sal, vinagre y aceite de oliva
•   Especias como albahaca, estragón y perejil
El primer paso es cocer los huevos en abundante agua con sal por 10 minutos tras haber roto el hervor, luego los refrescamos en agua fría para detener la cocción.
Este tiempo lo aprovecharemos para para preparar el resto de los ingredientes; lavamos los pimientos y los picamos en tiras delgadas; a le retiramos las puntas a las judías verdes y las hebras laterales para cortarlas en juliana. A los tomates, les retiramos el corazón luego de lavarlos y los troceamos en gajos. Reservamos todo.
Una vez cocidos los huevos, procedemos a pelarlos y cortarlos a la mitad. Limpiamos nuestra lechuga y la deponemos ya picada sobre una bandeja amplia para encima de esta, incorporar el resto de los ingredientes que ya tenemos preparados, es decir, los pimientos, los tomates y las judías que se servirán en crudo.
Para terminar nuestra ensalada, agregamos en trozos grandes el atún, las anchoas y las aceitunas negras por toda la bandeja a fin de que queden perfectamente esparcidos.
Ahora bien, para aderezar esta la ensalada dispondremos de dos alternativas: la primera aliñarla de manera normal agregando la sal, el aceite, el vinagre y dejando las especias por separado en caso de que no nos guste o al resto de los comensales; la segunda es preparar una vinagreta con tres partes de aceite, una de vinagre, sal y todas las especias para aliñar la ensalada completa. Es cuestión de gustos, pero ambas formas quedan igual de deliciosas.

¿Qué es el Futomaki?

El futomaki sushi es un plato tradicional de la gastronomía japonesa que se caracteriza por su tamaño y por la variedad de ingredientes que se utilizan en su elaboración. "Futomaki" significa "rollo grueso" en japonés, y se refiere a su forma cilíndrica y tamaño grande en comparación con otros tipos de sushi.

Algunos de los ingredientes más comunes del futomaki sushi son el arroz para sushi, la alga nori, el vinagre de arroz, el pepino, el shiitake, el kanpyo (calabaza seca rehidratada), el huevo y/o tamagoyaki (tortilla dulce), el atún, el bonito seco rallado (katsuobushi), el surimi y/o tofu frito. Estos ingredientes se cortan en tiras largas y se colocan en el arroz, que se enrolla con la ayuda de la esterilla de bambú.

Recuerdo una vez probé el futomaki sushi en un pequeño restaurante. Me sorprendió gratamente la cantidad de ingredientes que había en cada pieza de sushi, y la textura y sabor eran exquisitos. También me llamó la atención que cada pieza de sushi tenía un tamaño grande, lo que lo hacía ideal para compartir.

En el idioma japonés “Futoi” significa grueso, es por eso que no necesitamos ser ningunos expertos en sushi para saber que “Futomaki” significa “sushi de rollo grueso”. Este sushi normalmente tiene un tamaño considerable, de 2 a 3 cm de grosor y de 4 a 5 cm de largo.
Por ser uno de los sushis más densos y compactos, los elaboran con 2 o hasta 3 contornos en su interior, aumentando su sabor y su llamativo visual.


Podemos decir que esta receta es una de las más ingeridas por los consumidores que rechazan totalmente el comer pescado crudo. También lo ofrecen como plato vegetariano o vegano, remplazándolo por palillos a base de cangrejo o añadiendo en su preparación huevos veganos

¿Qué necesitamos para preparar este sushi?

Ingredientes:
•   4 tazas de arroz de grano redondo.
•   10 palillos de cangrejo.
•   1 cucharadita de sal.
•   2 huevos.
•   4 hojas de alga Nori.
•   4 cucharas de vinagre de arroz
•   1 pepino
•   3 cucharaditas de azúcar (2 serán añadidas para la tortilla)
Wasabi
Salsa de soja y jengibre Gari (Pueden utilizarse como acompañamiento opcional para el Wasabi).
Elaboración:
Dato Importante: Antes de comenzar a realizar todo este procedimiento, debemos lavar todo el arroz con agua abundante para retirar una gran considerable cantidad de almidón dejándolo gotear en un colador para que el sushi nos pueda quedar perfecto.
Primer paso:
Vertimos agua en una cazuela, de igual manera añadimos el arroz junto a un poquito de sal, tratando de que sea más agua que arroz, y pondremos a cocer durante 10 min a nivel medio.
Cuando esta hierva colocamos una tapa para evitar que el vapor se escape de nuestra cazuela. Luego de ese periodo, destapamos y lo ponemos a reposar por otros 5 o 10 min más.
Segundo paso:
Colocar sal y azúcar en un poco de vinagre de arroz en un sartén, lo mezclamos bien para que estos tres ingredientes se compacten a la perfección mientras lo calentamos. Agregamos el Wasabi junto a la salsa de soja y jengibre Gari.
Tercer paso:
Para este paso utilizaremos un bol y agregamos sobre por encima bañamos con la mezcla que hemos. Revolvemos constantemente hasta que se adhieran perfectamente. Lo tapamos para que el arroz absorba todo.
Cuarto paso:
Picamos los palitos de cangrejo a la mitad y el pepino lo cortaremos en tiritas largas.
Quinto paso:
Revolvemos los huevos junto a una cucharadita de azúcar, hasta obtener una mezcla sin grumos. Freímos y hacemos una tortilla para luego cortar en tiras largas Dicha.
Sexto paso:
Limpiamos las hojas de Nori con agua y las colocamos extendiéndolas en nuestra esterilla. Esparcimos nuestro arroz permitiendo que queden hoyos en la zona central (para llenarlo con trozos de tortilla, pepino y de cangrejo) y en sus bordes.
Séptimo paso:
Lo enrollamos teniendo mucho cuidado para el relleno no se mueva de su lugar.
Octavo paso:
Por último, necesitaremos de un cuchillo que tenga buen filo para cortarlo en rodajas precisas. Recuerda mojarlo constantemente para que este no se pegue mientras cortas. Servir en un plato junto a un poco de Wasabi, salsa de soja con jengibre y ya, tenemos listo esta exquisitez japonesa. 

Antes de cocinar debemos revisar en nuestra cocina si tenemos preferiblemente un wok para hacer esta receta, debido a que cocinar en esta sartén y de esta manera nos posibilita con mucha facilidad que los ingredientes se mezclen con un poco de aceite y a altas temperatura para que queden a la perfección.
Cuando miramos este platillo tan atractivo luce muy complicado de hacer, pero la verdad es que no nos llevará mucho tiempo y quedará exactamente igual a una obra maestra, literalmente como el que hacen en un restaurante de comida china. No es mucha ciencia, pero ya con esta receta te demostraremos que es mucho más fácil de lo que crees.
Ahora que te decidiste por intentarlo, debes ir rápidamente a la tienda y conseguir todo lo que necesitas para poder preparar esta exquisitez asiática.


Ingredientes:
•   1 kg Fideos o tallarines.
•   1 kg gambas.
•   Aceites de semilla de girasol o AOVE (aceite de oliva extra virgen).
•   1 pimentón rojo.
•   1 pimentón verde.
•   1 pimentón amarillo.
•   2 cebollas medianas.
•   8 zanahorias.
•   1 frasco salsa de soja original.
•   Sal marina.
•   Pimienta sichuan.
•   1 calabacín.
•   Un paquete de champiñones.
Ahora, te daremos el secreto para cocinar estos deliciosos fideos chinos con gambas en 4 sencillos pasos
Preparación:
1.   Comenzamos cociendo nuestros deliciosos fideos en una olla aparte con un poco de caldo de verduras, aceite de oliva y salsa de soja previamente.
2.   Antes de que comience a hervir el caldo lo sacamos del fuego y agregamos nuestros fideos dejándolos cocer de esa manera durante unos 5-6 min. máximo. Al momento de sacarlos debemos tener un bol lleno de agua fría a la mano en el que podamos verterlos para que estos no se peguen y sea más sencillo.
3.   Continuamos con los vegetales, así que picaremos la cebolla, el pimentón, la zanahoria y el calabacín en cortes a la juliana y los champiñones en láminas no muy delgadas.
4.   Calentamos nuestro aceite (puede ser de girasol o AOVE) y vertimos nuestros vegetales junto a un poco de sal marina y pimienta Sichuan (para darle ese toque asiático a nuestro platillo) en el wok, aunque si lo deseas puedes colocar un poquito de pimienta de cayena para que quede un toque más picante y estalle una combinación maravillosa de sabores en nuestra boca.
5.   Después de eso añadiremos los champiñones y el calabacín porque estos suelen cocinarse mucho más rápido que el resto de los vegetales.
6.   Utilizaremos otro sartén para agregar dos cucharadas de aceite y sofreiremos las gambas que anticipadamente deben estar lavadas. Ayúdate con un cuchillo para abrirla y extraer su carne.
7.   Acuérdate también de sacar el intestino porque deja un mal sabor en la boca. Básicamente es fácil de identificar porque es la tira de color negro que existe en la gamba.  Agregamos un trozo pequeño de chile, y de igual manera pimienta Sichuan y la sal marina al gusto.
8.   Cuando estén listos, los añadimos y batimos con el tenedor o cuchara nuestros vegetales; preferiblemente este utensilio debe ser de madera para facilitar el movimiento de estos. Los movemos un par de minutos, para que estos absorban el sabor y por último incorporamos los fideos. Salteamos a fuego medio-alto.
9.   Finalmente, ponemos la hornilla a fuego medio-bajo, y vaciamos nuestro frasco de salsa de soja, movemos constantemente con el tenedor para que todos los sabores logren impregnarse a la perfección.
¡Listo! Solo queda servirte un gran plato de estos suculentos fideos y verás que no tendrás nada que enviarles a los restaurantes. Rápido, Sencillo y lo mejor de todo, sin salir de casa. ¡Buen provecho!

Si eres amante de la cerveza, te retamos a preparar esta receta y emborrachar de sabor a todos tus comensales.
No uses la cerveza solo para refrescarte a ti, también refresca tus platos y dale un toque original.
Ingredientes para la pechuga:
•   3 Pechugas mediana
•   Ajo
•   Sal
•   Pimienta
Preparación para la pechuga:
Limpiar las pechugas y cortarlas por la mitad; luego salpimentar y pincelar con la salsa BBQ.
Precalentar la parrillera.
Colocar las pechugas en la parrilla y cocinar a fuego lento durante unos 25 minutos.
Retirar de las brasas y reservar cuando estén doradas y crujientes por ambos lados.


Ingredientes para la salsa Barbacoa BBQ:
•   1 taza de salsa de tomate
•   2 dientes de ajo
•   2 cucharadas de salsa inglesa
•   1 cucharadita de miel
•   Media cucharada de salsa picante
•   1 cucharada de azúcar morena
Preparación de la salsa BBQ:
En una taza mediana verter todos los ingredientes y remover hasta unificar. Al acabar esto proceder a reservar en un frasco en la nevera.
Ingredientes para la salsa de cerveza:
•   1 cebolla
•   2 dientes de ajo
•   1 taza de caldo de carne
•   Harina
•   Cerveza
•   Caldo de carne
Preparación de la salsa de cerveza:
Precalentar una sartén mediana con un poco de aceite.
Cortar las zanahorias en rodajas y los ajos finamente.
Rehogar en la sartén hasta observar que estén dorados; justo en ese momento se debe verter la cerveza y esperar hasta que se evapore, para proceder a agregar el caldo.
Para espesar la salsa agregar un poco de almidón o harina a la mezcla, esta debe retirarse cuando este espesa.

La alcaparra tiene muchas propiedades, tanto vitamínicas como medicinales y en este pequeño artículo nos encargaremos de hablar un poco sobre algunas de ellas.
Este pequeño arbusto de color verde contiene, flavonoides, taninos, mucilagos, alcaparriturina, fibra, aceite esencial, proteína esencial, magnesio, calcio, hierro, y vitaminas A, B9 (ácido fólico), C y E, al igual que contienen cierta cantidad hepatoprotectora, antihemorroidal, diurética, antianémico, antiespasmódica, digestiva y antirreumática que son buenos para nuestro organismo.

Propiedades medicinales de las alcaparras

Las alcaparras contribuyen a nuestra dieta un gran valor nutricional al ser ricas en proteínas, aceitas y fibras. Tiene un sabor intenso, semejante a la pimienta, que hace que se pueda usar como condimento.
Estas son muy útiles para los problemas del aparato digestivo, como digestiones lentas por estómagos holgazanes o retorcijones intestinales.


Aperitivas, las alcaparras son tónicas para el estómago, y abren el apetito. Sus olores estimulan la producción de jugos gástricos  y combaten la falta de secreciones que son los que provocan las digestiones pesadas. Para obtener estos beneficios las alcaparras deben estar bien conservadas.
 
Las conservas de alcaparras ya se conocían desde la antigüedad, porque cuando en Egipto se les vertía vino para mantenerlas, estas ayudaban a mejorar el apetito, lo que las convierte en un condimento, necesario para personas inapetentes o con anemia
Por otro lado, también poseen propiedades antioxidantes, debido a su contenido de flavonoides que tienen ácido ferúlico y ácido cinámico. Cabe destacar, que tiene el mismo componente cancerígeno que el brécol y por esa razón está relacionado con la prevención del cáncer de mama, cáncer de colon y cáncer de estómago.
Ayuda al sistema cardiovascular, una ración de alcaparras de 10 gramos  puede contener 70 gramos de flavonoides que equivalen a  40 gramos de quercetina.


Los flavonoides y la quercetina han obtenido un interés exclusivo en los últimos años por sus propiedades para prevenir algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Su elevado contenido de ambos elementos ayuda a mejorar la circulación sanguínea, por sus propiedades vasodilatadoras y antiagregantes. También disminuye la hipertensión y son de gran interés para las personas que necesiten disminuir su nivel de colesterol y ayudan a evitar la arteriosclerosis.
Artrosis, las alcaparras poseen propiedades protectoras sobre los condrocitos y tienen un gran poder antiinflamatorios.
Añadir alcaparras a nuestras comidas nos puede ayudar mucho a mejorar la salud de nuestras articulaciones. Son perfectas para la artritis y se incluyen en algunas dietas para mejorar los ligamentos y ayudar a recuperar la rodilla.
Aparato urinario: las alcaparras son eficaces en dificultades de cistitis y micción.
Siendo un vegetal, las alcaparras son de muy bajas calorías, poseen apenas 23 calorías por cada 100 gramos, sin embargo, este vegetal contiene una gran cantidad de fitonutrientes, antioxidantes y vitaminas que nos ayuda a estar en una salud inmejorable.
Comer alcaparras, provoca el fortalecimiento de nuestros cartílagos y articulaciones, la razón por la que esto ocurre es por los polifenoles que estas poseen y que ayudaran a los condrocitos a fortalecer dichas articulaciones de nuestro cuerpo.

A continuación te presentamos dos recetas de entrantes para una cena, rápidos, deliciosos y fáciles de preparar.
Dedos de queso
Tiempo de preparación: 20 minutos
Dificultad: Fácil
Porciones: Para 5 personas
Ingredientes
•   300 gramos de queso mozzarela
•   Perejil seco
•   Ajo en polvo
•   Aceite de oliva
•   Huevos, harina y pan rallado
Modo de preparación
Para empezar, cortaremos el queso en palitos con un grueso aproximado de un dedo y de altura, alrededor de 6 centímetros. De acuerdo con este tamaño, deberíamos de obtener alrededor de 20 dedos de queso, con los 300 gramos que mencionamos e los ingredientes.


En el momento en que estén cortados, colocaremos harina en tres platos, junto con un huevo batido y pan rallado. Añadiremos, también, una cucharada de ajo en polvo y perejil seco triturado; esto les dará una sazón especial.
Ahora cubriremos los dedos de queso con el huevo, el pan rallado y la harina; debemos de cuidar que queden completamente cubiertos; de lo contrarío al freírlos se abrirán y el aceite comenzará a saltar.
En el momento en que se encuentren bien cubiertos los meteremos al congelador por alrededor de 30 minutos y pasaremos a freírlos.
A continuación pasamos los palitos de queso por harina, huevo y pan rallado (en ese orden) para rebozarlos. Después los pasamos de nuevo por huevo y pan rallado para crear un rebozado más fuerte que evite que los fingers se abran al freírlos.
Cuando estén bien rebozados los metemos al congelador durante media hora para que después sean más fáciles de freír.