Buenos días, me encantan las sopas y no comería otra cosa en invierno, por eso me gustaría compartir cono vosotr@s una de mis favoritas: el “acquacotta”. Una sopa tradicional de la cocina italiana, de orígenes humildes y campesinas, que utiliza las más pobres de las hortalizas y rescata el pan que se ha puesto duro. Una de estas recetas de aprovechamiento que son siempre tan deliciosas.
La verduras utilizadas suelen ser cebolla, apio y tomate, pero el plato se puede enriquecer también con otras verduras, según la temporada o los gustos de cada persona. A mí me gusta con puerro o hinojo en invierno y, ya más hacia la primavera, con habas o guisantes.
Parece que no, pero el plato es bastante contundente, vista la presencia del huevo y del pan. ¡Espero que os guste y la disfrutéis tanto como yo!
Ingredientes:
media cebolla
1 rama de apio
300ml de tomates pelados
medio vaso de agua
200ml de caldo vegetal
1 huevo
1 loncha de pan duro
albahaca
1 cda de aceite
pimienta
Elaboración:
Picar la cebolla y el apio con todas sus hojas. En una olla ancha, calentar el aceite y sofreír las verduras durante unos 5’. Añadir el agua y cocinar sin tapar.
Mientras tanto trocear los tomates y agregarlos a la olla. Sazonar con sal, mezclar bien y añadir el caldo. Tapar y cocinar durante unos 40’ a fuego lento. Cuando hayan transcurrido 30’ romper uno o más huevos (distanciados entre sí) en la olla y tapar.
Disponer una rodaja de pan en cada plato. Si lo tenéis y os gusta, podéis rallar un poco de queso partisano por encima. Cubrir con la sopa y el huevo teniendo cuidado de que no se rompa. Por último agregar algunas hojas de albahaca, un hilo de aceite extra virgen y espolvorear con pimienta.
Fuente:
taperday.com