No cabe duda de que la fiebre por guacamole fresco se ha apoderado del entorno foodie. Algunos prefieren ahorrar tiempo y dinero comprando en el supermercado guacamole ya preparado y listo para su consumo, sin embargo la calidad y el sabor no puede compararse con el guacamole casero hecho por nosotros con toda nuestra mejor intención.
Uno de los principales problemas que muchos cocineros principiantes sufren es mantener el guacamole fresco y verde desde la noche hasta la mañana siguiente. En Foodfilin te explicamos cómo hacerlo (y no, no añadiremos un extra de lima).
Preparar guacamole fresco no tiene ningún misterio, es sencillo y cualquiera puede hacer, y si hay algo que suele ocurrir en el 99% de los casos es que suele sobrar o se prepara el día antes de una fiesta.
En Internet hay trucos como mantener el aguacate en un tazón, o envolver con plástico la parte superior, en incluso USAR MÁS LIMA!!, pero ninguno de estos métodos es realmente efectivo, pues finalmente la capa superior del guacamole se vuelve marrón y toca tirar la mitad a la basura.
Aunque muchos no entendáis que no es correcto tapar el guacamole fresco con plástico (todos lo hemos hecho), es debido a que el material que compone el envoltorio del plástico es muy poroso y deja pasar el aire, lo que produce una oxidación en la mezcla y volviéndolo marrón.
El truco o consejo que hoy mostramos no implica plástico o añadir más lima en la receta. Este método es barato y sencillo y se puede utilizar siempre que se desee: cubrir el guacamole fresco con una fina capa de agua.
Vale, puede parecer raro añadir agua en el guacamole fresco, sin embargo el agua es una barrera perfecta frente al oxígeno y el guacamole, al ser denso, no se aguará.
Haz la prueba, realiza la mezcla e introdúcela en la nevera durante tres días, después vacía el agua y remueve el resto; observarás como se mantiene un guacamole fresco, verde y con una textura como el primer día.
Vía
www.foodfilin.com