El ají es un tipo de chile (pimiento) que suele crecer en las zonas de clima tropical y subtropical de América del Sur; con el paso de los siglos, esta planta fue domesticada por un buen número de culturas precolombinas con el fin de adaptarla a diversos climas, como aquellos más secos y fríos, por lo que hoy en día podemos encontrar subespecies de esta planta en zonas montañosas con más de 1500 metros sobre el nivel del mar. En la gastronomía peruana, entre otras, ha sido un ingrediente sumamente valorado, y hoy en día es un auténtico símbolo de la tradición culinaria de este y otras naciones de Sudamérica.
El ají panca es una de estas variedades del ají; y a diferencia de otros tipos de ají, no cuenta con un picor tan fuerte. Cuenta con una forma alargada y un color mucho más oscuro. Pero, en general, como el resto de tipos de ají, es empleado para añadir sabor y picante a diversos platos (aunque cabe señalar que el ají panca es uno de los menos picantes). El ají panca también es conocido como ají seco, porque es de esta forma como usualmente se consume. Suele emplearse en platos típicos como el adobo, carapulcra, pachamanca, chupe, escabeche, parihuela, entre otros.
El ají panca, así como otros tipos de ají, presenta diversas propiedades que benefician a nuestro organismo.
Propiedades y beneficios del ají panca
El ají panca cuenta con dosis altas de betacarotenos y vitamina C, los betacarotenos son conocidos por aportar excelentes cantidades de vitamina A; además de contar con propiedades antioxidantes que ayudan a contrarrestar a los radicales libres; lo que previene la vejez y diferentes tipos de cáncer, como cáncer de mama, estómago, próstata, entre otros.
Así mismo, el ají panca contiene diversos nutrientes que resultan esenciales para el correcto funcionamiento de nuestros órganos, como lo son la niacina, riboflavina, magnesio, potasio, hierro y tiamina. También aporta bioflavonoides, elementos que resultan imprescindibles para el crecimiento y reproducción celular, contribuyendo a la salud de los órganos y vasos sanguíneos, en especial.
Los ajís picantes cuentan con porcentajes altos de capsaicina y silicilato; y aunque el ají panca no es tan picoso, presenta también estas sustancias, que alivian los dolores, desinflaman y previenen las neuralgias. En especial, la capsaicina es empleada en el sector farmacológico para reducir el dolor; ya que inhibe la sensibilidad en determinadas zonas del sistema nervioso.
Cuando consumimos ají, ayudamos a que nuestro cuerpo pueda mejorar la circulación y disminuir los padecimientos asociados con los problemas de presión arterial.
El consumo de ají panca también es beneficioso cuando sufrimos de gripe o catarro, ya que algunas de sus sustancias promueven la transpiración, y pueden funcionar como expectorantes; por lo que mejoran el tránsito de aire por todo el sistema respiratorio.
Por último, el ají panca, entre otros tipos de ají, produce una estimulación específica en el sistema nervioso, en especial en el cerebro; lo que hace que nuestro organismo produzca un mayor número de endorfinas, elementos que se asocian a las sensaciones de bienestar y satisfacción.