Hola, se te ha olvidado otro punto muy importante a tener en cuenta, y es que un buen vino no se puede beber en cualquier copa. Cada vino es un mundo y hay tantos tipos de vinos como de copas donde cada uno de ellos encajará a la perfección. Aquí dejo una página donde podréis encontrar topo tipo de copas
https://cristalparatodo.com/copas-de-cristal, además de unos consejos a tener en cuenta.
Primero hay que tener en cuenta que tipo de vino vamos a consumir y para que, porque de esta forma conseguiremos hacer un maridaje perfecto. Podemos encontrar cinco tipos de vino:
1.Vino tinto: Los vinos tintos son rojos, pueden ser púrpura o rojo pálido o rubí. Los vinos tintos se hacen usando uvas rojas o azulosas.
2.Vino blanco: Es un vino en el que no hay nada de color rojo o rosado, pueden ser amarillos, dorados, verdosos o pálidos.
3. Vino rosado: Son vinos de color rosado. Se hacen con uvas rojas y no salen tintos porque el jugo de la uva no se deja en contacto con los hollejos sino por muy poco tiempo.
4.Vinos Generosos: Son vinos con más de 14 % de alcohol, porque se le agrega alcohol durante la fermentación o después.
5.Vinos espumosos: Son los que tienen burbujas. Las burbujas son bióxido de carbono. El Champagne es el más famoso de los vinos espumosos y procede de la región del mismo nombre en Francia. El uso del nombre Champagne o Champaña está regulado y sólo los vinos de ésa región pueden llevar ése nombre. El resto de los productores llaman a éste vino “espumoso”. En España le llaman Cava
Una vez elegido el tipo de vino, toca elegir el tipo de copa. Para los vinos espumosos, la copa ideal debe ser vertical, denominada flauta, especialmente diseñada para la observación del desprendimiento de burbujas en un largo recorrido. Las copas de boca ancha y recta son ideales para la degustación de los vinos tintos más tánicos y poco ácidos, pues dirigen al vino hacia el centro de la lengua en una gran superficie, creando una armonía entre las sensaciones de fruta, taninos y acidez. Sin embargo las copas de boca ancha y borde abierto, son más adecuadas para los vinos tintos de alta acidez y taninos moderados, pues el vino se dirige puntualmente hacia el borde de la lengua, aumentando la sensación afrutada y equilibrándola con la elevada acidez. En los vinos blancos, jóvenes y afrutados, las bocas abiertas dirigen el flujo hacia la punta de la lengua donde la sensación ácida de reduce y balancea. Por el contrario, las copas de bordes rectos son más adecuadas para los vinos blancos con mayor crianza, de mayor cuerpo y moderada acidez, ya que el flujo de vino se reparte en una elevada superficie de la zona central de la lengua.